martes, 20 de octubre de 2009

Reebok (Parte 1)


Tenaz y con ambiciones el corredor ingles Joseph William Foster sabia que para mejorar su rendimiento debería llevar un buen calzado. Y no se equivocó. En el año 1890 y con pocos ahorros, fabricó a mano un par de zapatos de atletismo que los demás competidores quisieron tener. Era sólo el comienzo del éxito de la firma.

Los primeros
Los llamó ‘Spike of fire’ (zapatos con clavos de fuego). Eran tan resistentes que los pedidos no tardaron en llegar. Joseph los convirtió en un clásico entre los corredores y durante 50 años fueron los elegidos.

Personalizados
A partir de 190 la compañía empezó a desarrollar una clientela internacional de deportistas que compraban los zapatos hechos a medida. Fueron pioneros en diseñar un producto ajustado a la necesidad individual

La fama a sus pies los productos Foster fueron usados en los Juegos Olímpicos de 1924 por Harold Abrahams y Eric Liddell. Amos inmortalizados en la película Carrozas de Fuego, basada en la historia del equipo que llevó a Gran Bretaña a una gran victoria deportiva.

Los ‘30
Tras la muerte de su creador, la firma pasó a manos de sus dos hijos: James y Jon. En ese momento la línea ya incluía running, ciclismo, outdoor, cross country, box, futbol y rugby.

El logo
El antílope africano llamado ‘rhebok’ fue la inspiración. Nada mejor que el símbolo de un vector que representara la agilidad y la fuerza, para reflejar a la perfección el concepto. Más tarde el nombre oficial seria Reebok.

No hay comentarios: